Me dijiste,
muy cerca,
al oído,
que me amabas
infinitamente.
Me dijiste,
muy cerca
de mis labios,
que me deseabas
ardientemente.
Me dijiste,
muy cerca
de mis manos,
que me abrazarías
por siempre.
Y yo...
yo te creo.
viernes, junio 01, 2007
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