domingo, agosto 20, 2006

Pensé que eras mío

Pensé que eras mío.
Que tu corazón me pertenecía,
que en tus venas latía mi sangre,
y en tu cuerpo pulsaba mi ser.

Pensé que eras mío.
Que podía mirarme en tus ojos,
ser el aroma que respiraras,
y ser la música que escucharas.

Pensé que eras mío.
Pero una tarde, mientras llovía,
me di cuenta de la verdad:
comprendí que yo era tuya.

1 comentario:

nocheoscura dijo...

Me ha gustado mucho, de verdad.

Da cierto miedo pensar que perteneces o dependes de alguien, ¿no?, a mi me da pánico.